Un saludo.
"Y, sobre todo, leíamos, leíamos todo lo que nos caía en las manos. Sacábamos libros de todas las bibliotecas públicas y, unos a otros, nos dejábamos prestados los hallazgos que conseguíamos encontrar. Pero la mejor academia, el lugar donde mejor se informaba uno de todas las novedades, era el café".
«El mundo de ayer. Memorias de un europeo». Stefan Zweig.
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martes, 16 de diciembre de 2014
ANNA KARENINA. Lev N Tolstoi
Un saludo.
sábado, 15 de noviembre de 2014
LIBROS DESCATALOGADOS, LA BÚSQUEDA DEL TESORO PERDIDO
El Mercat de Sant Antoni en 1915. Foto de Frederic Ballell |
El mercadillo de libros de la Cuesta de Moyano en 1928. Madrid |
Un saludo.
martes, 21 de octubre de 2014
BAJO CIELOS INMENSOS. A. B. Guthrie, Jr
Séptima entrega, aparecida en mayo del corriente, de esta excelente colección Frontera a cargo de Valdemar, que nos descubre a un nuevo autor, muy desconocido en nuestras latitudes: A.B. Guthrie, Jr. Con este magnífico libro escrito en 1947, volvemos a sumergirnos en el siempre sugerente mundo del Far West con los "tramperos" como protagonistas. Sea dicho así para situarnos rápidamente en materia, pero una de las claves de la obra, consiste en que Guthrie va mucho más allá del termino "tramperos", y lo que en verdad nos ofrece, es una abierta y certera perspectiva de lo que eran los "mountain men"; auténticos "animales" de las montañas, que no solo vivían de poner trampas para conseguir toda suerte de pieles, en especial de castores, sino que también podían ejercer el rol de guías, exploradores, rastreadores, escoltas, interpretes, mercaderes, hombres de armas, y en definitiva cualquier actividad que supusiera aprovechar sus habilidades de hombres de acción. Guthrie, a través de las aventuras de sus personajes, nos habla del tipo de vida de estos hombres; de su modo o modos de pensar, de su rol en lo que llamamos: la conquista del Oeste. Una vida de un romanticismo evidente, pero también con un componente contradictorio, paradójico y trágico; y esta es otra, sino la principal, clave de esta historia. No me voy a extender explicándola; mejor dejar que el lector la descubra, ya que es todo un placer dejarse llevar por la prosa fácil y fluida de Guthrie, e ir viendo que nos depara la próxima página. Una vez más, nos encontramos ante un excelente ejemplo de novela de aventuras del "Oeste" que tiene mucho que decir; novela del "Oeste" con trasfondo interesante; trasfondo social, histórico y filosófico, pero sin agobiar; el componente aventurero es el que manda, yendo muy a la par de un cierto tono emocional y sentimental, que no sentimentaloide, tanto de los personajes como de la narración en si. Con sus buenas raciones de acción ya desde el inicio, en el que se palpa un cierto regusto al Mark Twain más desenfadado, para ir mutando conforme avanza la narración, hacia cotas de agria dureza y cruda descripción de la realidad de la vida; claro, no deja de ser también la aventura iniciática de dos jóvenes que escogen un engañoso y difícil camino. Y desde luego, encontramos lo que el título y la portada prometen: grandes espacios abiertos, el viaje como forma de vida, la mística de las montañas, poesía del hombre y la Naturaleza.
Alfred Bertram Guthrie (1901-1991) era natural de Indiana. Periodista de profesión, fue un prolífico escritor de novelas, cuentos y ensayos. Esta novela es la primera de una serie de cinco, que evoca la construcción como país de los Estados Unidos, y está considerada como la obra maestra de Guthrie. Por la segunda, le otorgaron el premio Pulitzer en 1950; ¿la editara Valdemar?. Por último decir que Bajo cielos inmensos, cuyo título original es The Big Sky, también tiene su película, dirigida por Howard Hawks en 1952, la cual no se parece en nada a esta extraordinaria novela.
Un saludo.
martes, 7 de octubre de 2014
63a FIRA DEL LLIBRE D´OCASIÓ, ANTIC I MODERN
El cartel de este año, obra de Narcís Comadira |
Un saludo.
jueves, 11 de septiembre de 2014
VERANO MICÉNICO
Cuando llega el verano me apetece leer temas griegos, y si puedo hacerlo junto al mar, mucho mejor, y aun mejor si ese mar, obviamente al tratarse de lecturas griegas, es el Mediterráneo. Este año han sido tres los libros leídos, y un cuarto empezado hace poco. Con los dos primeros, El mundo micénico, de John Chadwick; Homero y la Edad heróica, de J.V. Luce, he sentido toda la fuerza mítica de la Edad del Bronce reciente del mundo griego, periodo conocido por el nombre de Micénico (siglos XVI al XII antes de Cristo). Como no, la misma sensación, sino aumentada, he tenido con la lectura del tercer libro: El viaje de los Argonáutas, de Apolonio de Rodas, (su nombre en griego: Argonautiká). Aunque de este último, prefiero hablar en otra ocasión en una próxima reseña.
El ensayo: El mundo micénico, de John Chadwick (1976), es todo un clásico del estudio sobre la Grecia Antigua. Su razón de ser proviene del desciframiento en 1952 de la escritura denominada "Lineal B" por el propio Chadwick y Michael Ventris. Este crucial descubrimiento supuso un paso de gigante en la investigación de la época micénica. El cuerpo de estudio principal en que se basa, lo forman las tablillas de escritura "Lineal B" encontradas en diversos puntos del área de influencia micénica, principalmente en Creta (ruinas de Cnoso) y en el sur del Peloponeso, en las ruinas de Pílos. A día de hoy, este libro esta ya algo desfasado, por lo que, en principio, es material solo para estudiosos del tema. Pero eso si, transmite esa magia especial de los grandes descubrimientos, y además, salvo en unos pocos tramos, no es pesado de leer. La abundancia de mapas y fotos (blanco y negro) refuerzan su calidad. Lamentablemente está descatalogado.
El segundo libro leído, también descatalogado: Homero y la Edad heróica, de J.V. Luce (1975), es una maravilla. El genio homérico se nos aparece en todo su esplendor. Para empezar a describirlo en pocas palabras, nada mejor qué transcribir la primera frase de Luce en la introducción: "El tema principal de este libro es el impacto de los descubrimientos arqueológicos en la interpretación de los poemas homéricos." Con esta sencillez y sumándole gran amenidad, Luce va analizando la cuestión al detalle, llevándonos a través de los indicios histórico/arqueológicos, principalmente micénicos, a un encantador viaje lleno de reflexiones por el mundo de Homero. Diversos pasajes de la Ilíada y la Odisea van desfilando ante nuestros ojos; lugares, personajes, episodios... Mención especial merece el delicioso capítulo dedicado a la isla de Ítaca. El libro está profusamente ilustrado, con fotos tanto en color como en blanco y negro; diversos mapas, planos y esquemas completan este excelente trabajo de la editorial Destino. Uno de los libros más bonitos de mi biblioteca.
Que los dioses estén con vosotros.
Un saludo.
sábado, 23 de agosto de 2014
SOLARIS. Stanislaw Lem
La primera escena que leemos en este libro es muy corriente en una novela de ciencia-ficción: el protagonista, Kris Kelvin, es introducido en la nave que ha de conducirlo a la Estación de Observación del planeta Solaris. Y aquí se acaba lo corriente, lo normal, lo que podríamos denominar como una situación que nos es familiar y conocida. A partir de ahora nos encontramos con una de las obras de ciencia-ficción más originales que se han escrito. Justificado me parece que sea una obra de culto.
Por un lado tenemos su originalidad, que Lem sabe mantener hasta el final; y por otro tenemos lo bien que escribía este hombre. A esto último ayuda mucho que la traducción sea directa del polaco; afortunada iniciativa de la editorial Impedimenta, y gran trabajo de Joanna Orsechowska, la traductora. Vale la pena escoger esta edición. El planteamiento y la prosa de Lem en esta novela están llenos de sutiles matices, que introducen al lector en una maraña profundamente psicológica, envuelta en una situación harto claustrofóbica, y que tiene un carácter de situación límite en cuanto a la salud mental y emocional de Kelvin y sus extraños compañeros; esto de entrada. A medida que la narración avanza, el atónito lector participa de la pesadilla y se ve sometido al extraño juego del autor, que lo involucra en un agobiante estado de reflexión sobre los fantasmas interiores que todo ser humano lleva dentro de si. Esto suena inquietante... y lo es; y más si consideramos que en mayor medida, estos fantasmas propuestos por el autor son de índole sexual y afectiva; y aun es más inquietante cuando vemos que el planeta Solaris LO SABE.
Ciencia-ficción psicológica, de misterio, terror y suspense, que nos mantiene en constante tensión; y ciencia ficción filosófica. Más filosófica cuanto más avanza la narración. El lector no escapa del continuo impulso a la reflexión interior, y así llega hasta el final; acompañando a Kelvin hacia su vital decisión. Porqué somos así; no podemos escapar de nosotros mismos....ni de nuestras oscuras sombras.
Y antes de acabar permítanme avisarles de la Solarística; la parte, o las partes más complicadas de la novela. Aquí a Lem se le va bastante la olla. Pero es una "ida de olla" necesaria; y tal y como yo lo veo, es hasta genial. Importante para entender a ese extraño planeta, e interesante y divertido ver lo que les ocurrió a otros en Solaris. Recomiendo no saltarse la "lecciones" (no muy largas) de Solarística.
Un saludo.
Por un lado tenemos su originalidad, que Lem sabe mantener hasta el final; y por otro tenemos lo bien que escribía este hombre. A esto último ayuda mucho que la traducción sea directa del polaco; afortunada iniciativa de la editorial Impedimenta, y gran trabajo de Joanna Orsechowska, la traductora. Vale la pena escoger esta edición. El planteamiento y la prosa de Lem en esta novela están llenos de sutiles matices, que introducen al lector en una maraña profundamente psicológica, envuelta en una situación harto claustrofóbica, y que tiene un carácter de situación límite en cuanto a la salud mental y emocional de Kelvin y sus extraños compañeros; esto de entrada. A medida que la narración avanza, el atónito lector participa de la pesadilla y se ve sometido al extraño juego del autor, que lo involucra en un agobiante estado de reflexión sobre los fantasmas interiores que todo ser humano lleva dentro de si. Esto suena inquietante... y lo es; y más si consideramos que en mayor medida, estos fantasmas propuestos por el autor son de índole sexual y afectiva; y aun es más inquietante cuando vemos que el planeta Solaris LO SABE.
Ciencia-ficción psicológica, de misterio, terror y suspense, que nos mantiene en constante tensión; y ciencia ficción filosófica. Más filosófica cuanto más avanza la narración. El lector no escapa del continuo impulso a la reflexión interior, y así llega hasta el final; acompañando a Kelvin hacia su vital decisión. Porqué somos así; no podemos escapar de nosotros mismos....ni de nuestras oscuras sombras.
Y antes de acabar permítanme avisarles de la Solarística; la parte, o las partes más complicadas de la novela. Aquí a Lem se le va bastante la olla. Pero es una "ida de olla" necesaria; y tal y como yo lo veo, es hasta genial. Importante para entender a ese extraño planeta, e interesante y divertido ver lo que les ocurrió a otros en Solaris. Recomiendo no saltarse la "lecciones" (no muy largas) de Solarística.
Un saludo.
domingo, 27 de julio de 2014
EL GRUPO DE BLOOMSBURY. Quentin Bell
Quentin Bell nació en Londres en el 1910, y es hijo de Clive Bell y Vanessa Stephen, hermana de Virginia Woolf, tres destacados miembros de este grupo de intelectuales aparecido en la Inglaterra del periodo eduardiano y que se prolongó más allá de la Segunda Guerra Mundial. Esta posición del autor, que en principio debería ser una ventaja a la hora de escribir este libro, da la sensación de que le supone a Quentin Bell una rémora.Ya en la introducción, se le nota incomodo, no se si por tener que hablar de algo que incumbe a sus tan cercanos familiares. Sus palabras tienen un aire de justificación. Nos avisa, por ejemplo, de que se suele hablar del carácter del grupo, pero que hay que tener en cuenta las distintas personalidades que lo conformaron; afirmación esta que quizá no esté de más decir, pero a mi, en el contexto en que lo escribe, me parece una obviedad. Esta incomodidad o temor lastra todo el libro. Bell se muestra falto de fluidez y gracia; escribiendo con un estilo muy indirecto, con constantes rodeos, y apoyándose mucho en la opinión de otros para hablarnos del célebre grupo, a base de describir encuentros de algunos de sus miembros con otras personalidades; como por ejemplo, el no demasiado afortunado encuentro con el escritor D.H. Lawrence, quien se llevo una decepción con la forma de ser "bloomsburyana".
Quentin Bell en 1933 |
Un saludo.
viernes, 4 de julio de 2014
DOS RECUERDOS. John Maynard Keynes
John Maynard Keynes (1883-1946), está considerado como uno de los mejores economistas que nos ha dado el siglo XX. Pero no es economía lo que nos vamos a encontrar en este pequeño libro de apenas 120 páginas; sino dos narraciones autobiográficas, las cuales, como apunta en el prólogo el amigo íntimo de Keynes, David Garnett , fueron escritas por aquel, para ser leídas tan solo a un reducido grupo de amigos íntimos. En su testamento, Keynes dejo declarado su deseo de que ambas narraciones fueran publicadas después de su muerte; solo estas de entre todos sus escritos inéditos. El primero de estos textos: El doctor Melchior, es de índole histórica; se trata nada menos que de una interesante y entretenida crónica sobre la negociaciones del Tratado de Versalles, en las que el autor participó como miembro de la delegación británica. Aquí Keynes hace gala de una exquisita lucidez y de un agudo sentido de la psicología, al describir a las personalidades que intervinieron en este tan señalado episodio histórico. Se muestra comprensivo con el bando derrotado, los alemanes, y muy crítico con la postura inflexible de los franceses. Logra plasmar con acierto la especial atmósfera política del momento, y la difícil naturaleza de las relaciones entre las delegaciones. A destacar los curiosos sitios de reunión que escogían: vagones de tren, hoteles, y hasta en una taberna.
El segundo recuerdo que Keynes nos cuenta: Mis primeras creencias, hace referencia a sus tiempos de juventud; a sus primeros años en Cambridge; dándonos a conocer, entre otras cosas, ciertos aspectos de su relación con el célebre grupo de Bloomsbury, de cual formaba parte. Con la perspectiva que da el paso del tiempo, Keynes reconoce errores de juventud, no solo de él mismo, sino de todo el citado grupo. Vale la pena puntualizar que, entre los amigos del autor oyentes de este escrito, figuraban varios miembros del grupo de Bloomsbury. Entre ellos estaba Virginia Woolf, que llego a calificar de "brillante obra maestra", tanto este relato como el anterior. A mi, la verdad, esto me parece exagerado. Keynes escribía muy bien, el libro es bueno, pero opino que no hay para tanto. El valor del libro, en mi opinión, es más el del valioso documento revelador; el de unos hechos históricos en el primer relato, y el de una época muy especial y manera de ser de un grupo de intelectuales, en el segundo.
John Maynard Keynes (Cambridge, 1883 - Firle, East Sussex, 1946), se graduó en la Universidad de Cambridge, de la que llego a ser catedrático. Fue asesor de la Comisión Real para la Moneda y las finanzas de la India; en este cargo fue cuando empezó a despuntar como economista. Durante la Primera Guerra Mundial, trabajó para el Departamento de Finanzas del Reino Unido, y formó parte como miembro destacado de la Delegación Británica para las conversaciones de paz, que dieron lugar al Tratado de Versalles en 1919. Es autor de importantes ensayos sobre economía, como el Teoría general del empleo, el interés y el dinero (1936). Su aportación al mundo de la economía, resulta, por decirlo de alguna manera, tan fundamental como la de Einstein a la ciencia. Hombre de gran cultura, su vida está tachonada de infinidad de hechos interesantes. Su biografía se me antoja de capital interés, y algún día me gustaría leerla.
Un saludo.
El segundo recuerdo que Keynes nos cuenta: Mis primeras creencias, hace referencia a sus tiempos de juventud; a sus primeros años en Cambridge; dándonos a conocer, entre otras cosas, ciertos aspectos de su relación con el célebre grupo de Bloomsbury, de cual formaba parte. Con la perspectiva que da el paso del tiempo, Keynes reconoce errores de juventud, no solo de él mismo, sino de todo el citado grupo. Vale la pena puntualizar que, entre los amigos del autor oyentes de este escrito, figuraban varios miembros del grupo de Bloomsbury. Entre ellos estaba Virginia Woolf, que llego a calificar de "brillante obra maestra", tanto este relato como el anterior. A mi, la verdad, esto me parece exagerado. Keynes escribía muy bien, el libro es bueno, pero opino que no hay para tanto. El valor del libro, en mi opinión, es más el del valioso documento revelador; el de unos hechos históricos en el primer relato, y el de una época muy especial y manera de ser de un grupo de intelectuales, en el segundo.
John Maynard Keynes (Cambridge, 1883 - Firle, East Sussex, 1946), se graduó en la Universidad de Cambridge, de la que llego a ser catedrático. Fue asesor de la Comisión Real para la Moneda y las finanzas de la India; en este cargo fue cuando empezó a despuntar como economista. Durante la Primera Guerra Mundial, trabajó para el Departamento de Finanzas del Reino Unido, y formó parte como miembro destacado de la Delegación Británica para las conversaciones de paz, que dieron lugar al Tratado de Versalles en 1919. Es autor de importantes ensayos sobre economía, como el Teoría general del empleo, el interés y el dinero (1936). Su aportación al mundo de la economía, resulta, por decirlo de alguna manera, tan fundamental como la de Einstein a la ciencia. Hombre de gran cultura, su vida está tachonada de infinidad de hechos interesantes. Su biografía se me antoja de capital interés, y algún día me gustaría leerla.
Un saludo.
domingo, 15 de junio de 2014
UN CRIMEN EN HOLANDA. Georges Simenon
En este caso, el inspector Jules Maigret empieza con el marcador en contra. Y un servidor también. Curioso paralelismo; pero como dijo aquel: "Yo no he sido".
Me explico. Resulta que Maigret viaja a la pequeña ciudad costera de Delfzijl (Holanda), donde lo más interesante que hay es un puerto, para investigar un crimen en el que se ve envuelto un tal Jean Duclos, de nacionalidad francesa. Desde el principio, Maigret se siente incomodo al encontrarse fuera de ambiente; no habla holandés, ni siquiera ingles, y los lugareños, muy entusiasmados por ayudarle no parecen. En cuanto a mi, me encuentro ante la primera novela de Maigret que se cruza en mi camino; y también me siento incomodo, ya que en este género estoy acostumbrado a Chandler y a Hammett, y el salto de estos a Simenon es grande. Al no ser la primera novela escrita sobre el personaje, no dispongo de entrada de una descripción formal de él; claro que en mi recuerdo permanece la imagen del actor Jean Gabin interpretando a Maigret, que no es poco, pero no suficiente ya que aquí el que manda es Simenon.
Al igual que Maigret con el caso, no me arredro y continúo adelante. Poco a poco me voy haciendo con el estilo pausado de Simenon, y con el igualmente pausado estilo de Maigret; se establece una perfecta coherencia entre autor y personaje. Me encuentro con excelentes descripciones, tanto de los personajes como del lugar; una gran ambientación; todo tiene un aire "europeo" que me cautiva. Simenon no se conforma con la simple narración de unos hechos de investigación criminal; perfora psicologicamente a sus personajes y al ambiente en el que viven, hasta el punto de establecer todo un ejercicio de crítica social; pero no al modo de los norteamericanos Chandler y Hammett mencionados anteriormente, que atacan más por el lado de la corrupción, sino que lo hace atendiendo más a la cuestión sociológica/moral en un plano costumbrista. El inspector Jules Maigret, tal y como ya me avisaron, se nos hace entrañable; y es por ese poso humano que le confiere su creador. Simenon era (es) un escritor sensible y con buen gusto, que nos deja perlas como esta:
"El hecho es que, a las cinco y cinco de la mañana el comisario, completamente solo, tomaba el tren en la pequeña estación de Delfzijl. Nadie le había acompañado. Nadie le había dado las gracias. ¡Hasta (...) había simulado no poder tomar sino el tren siguiente!".
Gran tipo Maigret.
Un saludo.
Me explico. Resulta que Maigret viaja a la pequeña ciudad costera de Delfzijl (Holanda), donde lo más interesante que hay es un puerto, para investigar un crimen en el que se ve envuelto un tal Jean Duclos, de nacionalidad francesa. Desde el principio, Maigret se siente incomodo al encontrarse fuera de ambiente; no habla holandés, ni siquiera ingles, y los lugareños, muy entusiasmados por ayudarle no parecen. En cuanto a mi, me encuentro ante la primera novela de Maigret que se cruza en mi camino; y también me siento incomodo, ya que en este género estoy acostumbrado a Chandler y a Hammett, y el salto de estos a Simenon es grande. Al no ser la primera novela escrita sobre el personaje, no dispongo de entrada de una descripción formal de él; claro que en mi recuerdo permanece la imagen del actor Jean Gabin interpretando a Maigret, que no es poco, pero no suficiente ya que aquí el que manda es Simenon.
Al igual que Maigret con el caso, no me arredro y continúo adelante. Poco a poco me voy haciendo con el estilo pausado de Simenon, y con el igualmente pausado estilo de Maigret; se establece una perfecta coherencia entre autor y personaje. Me encuentro con excelentes descripciones, tanto de los personajes como del lugar; una gran ambientación; todo tiene un aire "europeo" que me cautiva. Simenon no se conforma con la simple narración de unos hechos de investigación criminal; perfora psicologicamente a sus personajes y al ambiente en el que viven, hasta el punto de establecer todo un ejercicio de crítica social; pero no al modo de los norteamericanos Chandler y Hammett mencionados anteriormente, que atacan más por el lado de la corrupción, sino que lo hace atendiendo más a la cuestión sociológica/moral en un plano costumbrista. El inspector Jules Maigret, tal y como ya me avisaron, se nos hace entrañable; y es por ese poso humano que le confiere su creador. Simenon era (es) un escritor sensible y con buen gusto, que nos deja perlas como esta:
"El hecho es que, a las cinco y cinco de la mañana el comisario, completamente solo, tomaba el tren en la pequeña estación de Delfzijl. Nadie le había acompañado. Nadie le había dado las gracias. ¡Hasta (...) había simulado no poder tomar sino el tren siguiente!".
Gran tipo Maigret.
Georges Simenon |
martes, 10 de junio de 2014
LA BAUHAUS. Frank Whitford
Excelente libro sobre la mítica Staatliche Bauhaus (Casa de la Construcción Estatal), que ha llegado a ser considerada como la mejor escuela de arte y diseño del siglo XX. Fue fundada en Weimar (Alemania) en el año 1919 por el arquitecto Walter Gropius, como escuela de arte, arquitectura y diseño, y tuvo su final en 1933, cuando el gobierno nazi ordeno su desmantelamiento; es decir, su existencia coincide con la República de Weimar. El autor nos ofrece una completa, detallada, y amplia panorámica, de lo que fue, significó y significá esta institución en el mundo de la creación, y en la sociedad de la época. Los motivos profundos de su fundación; la personalidad de su creador, Walter Gropius; las personas que la integraron a lo largo de sus catorce años de existencia, alumnos y profesores; objetivos, logros y decepciones; los problemas que tuvieron que afrontar, tanto venidos de fuera como de dentro; los cambios de sede, que fueron tres: Weimar, Dessau y Berlín. Además, el planteamiento de Whitford abarca hasta más atrás en el tiempo,pues describe con
sumo acierto el nuevo pulso de la sociedad a consecuencia de la segunda Revolución Industrial, la cual va desde la superación de la crisis del 1873, hasta la Primera Guerra Mundial. Esto es importante remarcarlo, pues eran tiempos en los que se imponía un profundo replanteamiento de la vida en general, cuestión que el autor, obviamente, aborda desde el punto de vista que aquí nos interesa: el del mundo del arte. "La Revolución Industrial produjo maquinas y materiales que usurparon las funciones tradicionales del artista y el artesano", nos recuerda Whitford. Este era el "caldo de cultivo" del que nacieron nuevas ideas; como la del arquitecto Walter Gropius de fundar la Bauhaus. Exponer aquí todo el pensamiento de Gropius, aunque sea resumiendo, es tarea de gigantes; pero digamos que este gran arquitecto, tal y como yo lo entiendo, buscaba abolir fronteras entre la industria, los artesanos y los artistas. Gropius pensaba en una educación integral del individuo, basada en fomentar el espíritu de humanidad y colaboración, en aras de lo que él creía más importante: la construcción. Importante consecuencia de este ambicioso modo de pensar fue, el ascenso del diseño al nivel de la pintura y la escultura. Todo esto es lo que marca la diferencia entre la Bauhaus y otras escuelas de su tiempo; sin olvidar sus innovadores métodos de trabajo. Fascinante proyecto el de Gropius. Como fascinante que es también, conocer a través de la amena escritura de Whitford a los profesores y a algunos de los alumnos de la Bauhaus; el fotógrafo y diseñador Moholy-Nagy; los célebres pintores Vassily Kandinsky, Lyonel Feininger y Paul Klee; el pintor y diseñador Oscar Schlemmer; el escultor Gerhard Marcks; y no me olvido del arquitecto Ludwig Mies Van Der Rohe, que fue el director de la Bauhaus desde 1930 hasta el final. El libro también nos ofrece una gran colección de fotos, ilustraciones, dibujos, esquemas, etc, de gran valor documental.
Para terminar cito una parte de las notas de la contraportada:
"Hoy, a las puertas del siglo XXI, todo el que se sienta en una silla de tubo de acero, vive en una casa prefabricada, o lee un texto compuesto con cierto tipo de letra, está beneficiándose de una revolución del diseño que se gestó en la Bauhaus".
Cartel de la exposición de 1923 |
Para terminar cito una parte de las notas de la contraportada:
"Hoy, a las puertas del siglo XXI, todo el que se sienta en una silla de tubo de acero, vive en una casa prefabricada, o lee un texto compuesto con cierto tipo de letra, está beneficiándose de una revolución del diseño que se gestó en la Bauhaus".
Los profesores de la Bauhaus en Dessau, 1926. De izquierda a derecha: Albers, Sheper, Muche, Moholy, Bayer, Schimdt, Gropius, Breuer, Kandinsky, Klee, Feininger, Stölz y Schlemmer |
La Bauhaus en Dessau |
viernes, 23 de mayo de 2014
CITA CON RAMA. Arthur C. Clarke
Segunda novela de Arthur C.Clarke que leo, y a igual que en la primera, que fue 2001, una odisea en el espacio, me encuentro con una aventura de astronautas que en un principio es de una índole de lo más clásico; astronautas que, en los dos casos, desempeñan sus misiones dentro de los limites del Sistema Solar. Esta "cercanía" del escenario de acción me gusta. Si me permiten la licencia, diría que se trata de un sub-género dentro de la CiFi, que podríamos definir como: "Historias de astronautas en el Sistema Solar"; así, llanamente y en su acepción más familiar para la mayoría de los lectores. Pero claro, este género, la CiFi, es el que es, y afortunadamente las cosas siempre, o casi siempre, se complican de un modo imprevisible en el sentido de la sorpresa más inimaginable. La sorpresa es grande en Cita con Rama, la cual no será desvelada en esta reseña. Por esta razón, mi sinopsis sera muy escueta: La nave espacial terráquea Endeavour al mando del Comandante Bill Norton, parte con la misión de investigar un supuesto e inquietante meteorito que se aproxima al Sistema Solar.
Clarke escribio Cita con Rama en 1973, y en ella nos ofrece una interesante historia de argumento sencillo, contada de forma clara y sobria; que tiene mucho de aventura de exploración. Con un componente "hard" que a diferencia de otras veces, no se hace pesado porque la sobriedad de estilo del autor, lo hace llevadero y sin una preponderancia obsesiva. Lo que si es preponderante, es la narración del día a día del muy profesional grupo de astronautas, con su Comandante Bill Norton a la cabeza, el personaje mejor trabajado de todos. Esta muy bien como Clarke trata las relaciones entre los miembros del grupo; con inteligentes diálogos; definiendo sus diferentes habilidades y consiguiendo que el lector empatice con ellos. El trabajo de exploración de los astronautas engancha; siempre quieres seguir leyendo para saber que van a encontrar, y más con la descripción continua de esa misteriosa maravilla que es Rama. La descripción de un concepto de difícil asimilación para la mente humana, que a muchos podrá resultarles irritante, pero que en mi opinión está bastante bien solucionada; solo bastante bien, no perfectamente, lo cual me parece mejor. Y quiero hablar también del final. Clarke ha optado por un final que huye de la solución fácil. Un final interesante, abierto, que deja unas cuantas preguntas en el aire. Y con una autopregunta termino: ¿Cuando volveré a leer otro libro de Arthur C. Clarke?. Respuesta: Muy pronto.
Arthur C. Clarke (1917-2008), nació en Minehead, Somerset, Inglaterra. Era científico, físico y matemático. Fue uno de los presidentes de la Sociedad Interplanetária Británica. Vio publicado su primer relato de ciencia-ficción, Loophole, a mediados del año 46. Se dedico también a la divulgación científica y a la exploración submarina. Colaboró como comentarista de la CBS en las misiones espaciales: Apolo 11, 12 y 15. El gran público lo conoce sobre todo por su novela 2001: una odisea espacial, que brotó del guión de la película de Stanley Kubrick, la cual a su vez, se inspiro en el relato del propio Clarke: El Centinela.
Cita con Rama obtuvo cinco premios internacionales; dos de los cuales fueron el Hugo y el Nebula.
Saludos.
Clarke escribio Cita con Rama en 1973, y en ella nos ofrece una interesante historia de argumento sencillo, contada de forma clara y sobria; que tiene mucho de aventura de exploración. Con un componente "hard" que a diferencia de otras veces, no se hace pesado porque la sobriedad de estilo del autor, lo hace llevadero y sin una preponderancia obsesiva. Lo que si es preponderante, es la narración del día a día del muy profesional grupo de astronautas, con su Comandante Bill Norton a la cabeza, el personaje mejor trabajado de todos. Esta muy bien como Clarke trata las relaciones entre los miembros del grupo; con inteligentes diálogos; definiendo sus diferentes habilidades y consiguiendo que el lector empatice con ellos. El trabajo de exploración de los astronautas engancha; siempre quieres seguir leyendo para saber que van a encontrar, y más con la descripción continua de esa misteriosa maravilla que es Rama. La descripción de un concepto de difícil asimilación para la mente humana, que a muchos podrá resultarles irritante, pero que en mi opinión está bastante bien solucionada; solo bastante bien, no perfectamente, lo cual me parece mejor. Y quiero hablar también del final. Clarke ha optado por un final que huye de la solución fácil. Un final interesante, abierto, que deja unas cuantas preguntas en el aire. Y con una autopregunta termino: ¿Cuando volveré a leer otro libro de Arthur C. Clarke?. Respuesta: Muy pronto.
Arthur C. Clarke con Stanley Kubrick |
Cita con Rama obtuvo cinco premios internacionales; dos de los cuales fueron el Hugo y el Nebula.
Saludos.
viernes, 16 de mayo de 2014
LIBROS DE AJEDREZ
Dos años después empecé a buscar libros sobre el tema; y eso fue lo que me permitió progresar a pasos agigantados. Los primeros libros que tuve fueron estos de la editorial Bruguera: Primer libro de ajedrez; Segundo libro de ajedrez; Tercer libro de ajedrez; y Cuarto libro de ajedrez. Esta estupenda colección del maestro Fred Reinfeld, con la colaboración de Horowitz en el primer volumen, supone todo un tesoro para los principiantes, por lo acertado del plan de enseñanza que propone, y por la claridad y amenidad de sus explicaciones. Aun los conservo y les tengo un gran cariño. Mi afición crecía y me hice con más material de lectura y aprendizaje: Libros de problemas; de aperturas; de finales; de partidas de grandes maestros; del medio juego, etc. Otro libro importante para mi fue: Estrategia moderna en ajedrez, de Ludek Pachman. Descubrí que el estudio de todos estos libros, resultaba tan
placentero como jugar las partidas; y me lo sigue pareciendo, a pesar de que ahora no le dedico tanto tiempo. Llegó un momento en que la afición por el ajedrez, supuso también la afición por coleccionar los libros. Son libros que no se leen como una novela, obviamente, sino que son libros técnicos; herramientas de estudio por cuyas páginas se sobrevuela montones de veces. Para mi, son ideales para leerlos en el bus o metro, o en las salas de espera; en especial los que son de problemas. Para esos momentos los prefiero a las novelas o los ensayos, para los cuales necesito un tipo de concentración distinto.
Y aquí lo dejo, que me toca mover a mi.
Un saludo.
martes, 6 de mayo de 2014
LA BATALLA DE INGLATERRA. Stephen Bungay
Este libro, cuyo título original es: The most dangerous enemy, fue publicado en el año 2001 y cuenta la historia de esos "pocos", los miembros de la Royal Air Force (RAF) que en aquel año de 1940 se enfrentaron al ataque alemán. Y lo hace de tal forma, que el sentido de la famosa frase de Churchill se nos aparece tan claro y diáfano como un día soleado; ya que este extraordinario libro es todo un homenaje a esas personas que con su esfuerzo y sacrificio evitaron, no solo que se perdiera la batalla, sino que toda Europa cayera en las garras de las fuerzas nazis. Para empezar diríamos que este documento de Stephen Bungay es tan completo, que llega a tener proporciones enciclopédicas. Todos los elementos y vicisitudes que entraron en juego, tanto materiales, humanos, estratégicos, tácticos, ideológicos y políticos, son explicados y analizados concienzuda y minuciosamente. Esto nos llevaría a la pesadez y al aburrimiento, sobre todo por la cantidad de datos estadísticos y técnicos que aparecen, si no fuera porque el autor se revela como un buen escritor, y dota a su trabajo de una capa de humanidad que inunda todo el libro. Además, Bungay lo explica todo muy bien; con recursos y detalles muy didácticos que le dan a la narración gran amenidad; y no faltan las fotos y los mapas de rigor. Es una lectura agradable, en la que abundan las anécdotas de todo tipo, y las historias personales de varios de los pilotos, tanto de un bando como del otro. Es un ensayo largo, tiene unas quinientas páginas de texto efectivo, y eso unido a la amplitud de temas tratados, puede provocar que muchos de sus lectores encuentren tramos demasiado áridos para su paciencia; pero no tendrán ningún problema los que les guste enterarse de todo. Es un libro para auténticos frikis de la Segunda Guerra Mundial. Un servidor no lo es, pero me ha parecido tan bien contextualizado todo, que he disfrutado como si lo fuera.
En mi próxima carta a los Reyes Magos les pediré un Spitfire MK1.
Un saludo.
Spitfire MKI |
sábado, 12 de abril de 2014
EL ÚLTIMO ENCUENTRO. Sándor Márai
Sándor Márai, nacido en Hungría en el año 1900, está considerado como uno de los escritores más importantes de la literatura centroeuropea. Su obra estuvo prohibida en su país durante largo tiempo, por culpa del yugo comunista, provocando su olvido. A partir de la caída del comunismo, su obra y memoria resurgió tanto en su Hungría natal, como en todo el mundo. Márai, tanto él como su obra, pertenece a ese brillante grupo de escritores centroeuropeos, que vivieron la Primera Guerra Mundial y el periodo de entreguerras; Stefan Zweig, Joseph Roth, Arthur Schnitzler, Hugo Von Hofmannsthal, Karl Kraus, y algún otro que ahora no acude a mi memoria, o que aún no conozco.
El signo de su tiempo, esta presente en la obra de todos ellos. Valga esta afirmación para empezar a hablar de El último encuentro. Los personajes de esta historia, a raíz de los motivos de su distanciamiento, reviven a través de sus recuerdos, su ya lejana infancia y su ya lejana juventud; las cuales transcurren en los últimos tiempos del Imperio Austro-Húngaro. Tiempos de decadencia que el autor hace concordar con la situación interpersonal de los dos personajes principales, creando así un clima triste y nostálgico que provoca una ambientación atractivamente oscura y elegante, que coincide con la elegancia de la prosa de Márai. Una prosa impregnada de literatura de altos vuelos, concentrada principalmente en forma de monólogos, en una novela más bien corta y con un número de personajes que se cuentan con los dedos de una mano, y aún sobra alguno. Todo ello le da un cierto aire intimista, al que se une una deliciosa melancolía que atraviesa todo el libro. Es un libro lleno de reflexiones sobre la amistad, el amor, la personalidad de las personas; sobre los secretos y rincones oscuros del alma humana. Se trata de una auténtica avalancha de reflexiones que no da respiro al lector, que lejos de agobiar, lo que hace es enganchar a este y estimular su pensamiento. La novela tiene cierto punto teatral y melodramático muy bien mesurado. Y la verdad es que el argumento es muy sencillo, mundano me atrevería a decir; rozando lo folletinesco; pero caramba, como lo trata Márai para crear algo especial. Y en ese algo especial existe un efecto muy conseguido: la libertad del lector para interpretar ciertos hechos, que el autor hábilmente trata como misterios; como negándose a desvelarlo todo para proteger a sus personajes. Porque a fin de cuentas: ¿Que es la vida sino un continuo flujo de sutiles dudas, que irrumpen incluso en nuestras más absolutas certezas?.
Sándor Márai nació en 1900 en la entonces ciudad húngara de Kassa. Se exilio voluntariamente, evitando el régimen de Horthy, volviendo poco después. Volvió a abandonar el país, esta vez definitivamente, rumbo a Estados Unidos, huyendo del comunismo. Olvidado a causa de la prohibición de su obra durante el régimen comunista, resurgió decenios después tras la decadencia de dicho régimen. Las nuevas generaciones descubrieron así, a uno de los escritores centroeuropeos más talentosos que han habido. Se suicido en 1989, cuando estaba a punto de caer el muro de Berlín. Sándor Márai fue un brillante observador del alma humana.
Un saludo.
El signo de su tiempo, esta presente en la obra de todos ellos. Valga esta afirmación para empezar a hablar de El último encuentro. Los personajes de esta historia, a raíz de los motivos de su distanciamiento, reviven a través de sus recuerdos, su ya lejana infancia y su ya lejana juventud; las cuales transcurren en los últimos tiempos del Imperio Austro-Húngaro. Tiempos de decadencia que el autor hace concordar con la situación interpersonal de los dos personajes principales, creando así un clima triste y nostálgico que provoca una ambientación atractivamente oscura y elegante, que coincide con la elegancia de la prosa de Márai. Una prosa impregnada de literatura de altos vuelos, concentrada principalmente en forma de monólogos, en una novela más bien corta y con un número de personajes que se cuentan con los dedos de una mano, y aún sobra alguno. Todo ello le da un cierto aire intimista, al que se une una deliciosa melancolía que atraviesa todo el libro. Es un libro lleno de reflexiones sobre la amistad, el amor, la personalidad de las personas; sobre los secretos y rincones oscuros del alma humana. Se trata de una auténtica avalancha de reflexiones que no da respiro al lector, que lejos de agobiar, lo que hace es enganchar a este y estimular su pensamiento. La novela tiene cierto punto teatral y melodramático muy bien mesurado. Y la verdad es que el argumento es muy sencillo, mundano me atrevería a decir; rozando lo folletinesco; pero caramba, como lo trata Márai para crear algo especial. Y en ese algo especial existe un efecto muy conseguido: la libertad del lector para interpretar ciertos hechos, que el autor hábilmente trata como misterios; como negándose a desvelarlo todo para proteger a sus personajes. Porque a fin de cuentas: ¿Que es la vida sino un continuo flujo de sutiles dudas, que irrumpen incluso en nuestras más absolutas certezas?.
Sándor Márai nació en 1900 en la entonces ciudad húngara de Kassa. Se exilio voluntariamente, evitando el régimen de Horthy, volviendo poco después. Volvió a abandonar el país, esta vez definitivamente, rumbo a Estados Unidos, huyendo del comunismo. Olvidado a causa de la prohibición de su obra durante el régimen comunista, resurgió decenios después tras la decadencia de dicho régimen. Las nuevas generaciones descubrieron así, a uno de los escritores centroeuropeos más talentosos que han habido. Se suicido en 1989, cuando estaba a punto de caer el muro de Berlín. Sándor Márai fue un brillante observador del alma humana.
Un saludo.
miércoles, 26 de marzo de 2014
HONDO. Louis L´Amour
Si, es lo que parece, "una de indios"; o mejor dicho, dos. Además de la novela que da nombre al libro, también aparece en el, un relato corto de veinte páginas: El regalo de Cochise. Este último, que apareció en la revista Collier´s en 1952, fue la semilla de la que surgió la película Hondo; dirigida por John Farrow y producida y protagonizada por John Wayne en 1953. A su vez, la novela Hondo, la escribió L´Amour a partir del guión de la película. Como vemos, un curioso viaje de ida y vuelta.
El desierto norteamericano y los apaches, ese es el recuerdo que invade mi mente cuando pienso en esta buena novela de Louis L´Amour. Le quitas estas dos cosas, o les quitas parte de su presencia y relevancia, y la novela queda en nada. De hecho, lo segundo es un poco lo que ocurre en el relato El regalo de Cochise; un relato más bien discreto. Pero volvamos a Hondo. Ese desierto tan bien descrito por el autor, es el alma de esta narración, y los apaches, lo que le da vida. Se le añade un protagonista como Hondo Lane, el clásico héroe de una pieza, que se las sabe todas; se le añade la caballería U.S.A; se le pone uno o dos malos "malísimos"; se le pone también un romance, y se pasa todo por la pluma de Louis L´Amour, y ahí tenemos un "western" para chuparse los dedos.
La novela me parece entretenida y buena; buena a secas, no más; pero con momentos gloriosos e inolvidables. Con una serie de detalles, que le dan cierta personalidad y evitan que sea una novela del montón. Tiene el ritmo propio de una novela de acción, pues eso lo que es. Muy cinematográfica; se nota que está sacada de un guión de Hollywood, con todo lo bueno y malo que eso signifíca. El romanticismo, ese romanticismo tan del Far West, está presente con conceptos como el del jinete solitario; la vida heroica de los colonos; la abnegación de la Caballería; la dignidad de los apaches; la vida en el desierto.
En su debe hay que anotar que es bastante previsible, y que Hondo, el protagonista, es demasiado de una pieza, aunque hay que admitir que L´Amour consigue hacerlo creíble.
En definitiva: una entretenida novela del Oeste, que sin llegar a ser una obra maestra, merece ser leída.
Louis L´Amour (1908-1988) nació en Jamestown (Dakota del Norte). Desde muy joven, escribía relatos de aventuras, muchos de los cuales fueron publicados en revistas. Fue un autor muy prolífico, llegando a escribir cerca de cien novelas y cuatrocientos relatos, siendo Hondo una de sus primeras novelas escrita en 1953. Muchas de sus obras han sido llevadas al cine y a la TV.
Un saludo.
El desierto norteamericano y los apaches, ese es el recuerdo que invade mi mente cuando pienso en esta buena novela de Louis L´Amour. Le quitas estas dos cosas, o les quitas parte de su presencia y relevancia, y la novela queda en nada. De hecho, lo segundo es un poco lo que ocurre en el relato El regalo de Cochise; un relato más bien discreto. Pero volvamos a Hondo. Ese desierto tan bien descrito por el autor, es el alma de esta narración, y los apaches, lo que le da vida. Se le añade un protagonista como Hondo Lane, el clásico héroe de una pieza, que se las sabe todas; se le añade la caballería U.S.A; se le pone uno o dos malos "malísimos"; se le pone también un romance, y se pasa todo por la pluma de Louis L´Amour, y ahí tenemos un "western" para chuparse los dedos.
La novela me parece entretenida y buena; buena a secas, no más; pero con momentos gloriosos e inolvidables. Con una serie de detalles, que le dan cierta personalidad y evitan que sea una novela del montón. Tiene el ritmo propio de una novela de acción, pues eso lo que es. Muy cinematográfica; se nota que está sacada de un guión de Hollywood, con todo lo bueno y malo que eso signifíca. El romanticismo, ese romanticismo tan del Far West, está presente con conceptos como el del jinete solitario; la vida heroica de los colonos; la abnegación de la Caballería; la dignidad de los apaches; la vida en el desierto.
En su debe hay que anotar que es bastante previsible, y que Hondo, el protagonista, es demasiado de una pieza, aunque hay que admitir que L´Amour consigue hacerlo creíble.
En definitiva: una entretenida novela del Oeste, que sin llegar a ser una obra maestra, merece ser leída.
Louis L´Amour |
Winchester 73 |
Louis L´Amour (1908-1988) nació en Jamestown (Dakota del Norte). Desde muy joven, escribía relatos de aventuras, muchos de los cuales fueron publicados en revistas. Fue un autor muy prolífico, llegando a escribir cerca de cien novelas y cuatrocientos relatos, siendo Hondo una de sus primeras novelas escrita en 1953. Muchas de sus obras han sido llevadas al cine y a la TV.
Un saludo.
domingo, 16 de marzo de 2014
LA COMPAÑÍA BLANCA. Arthur Conan Doyle
"Y ahora formad las filas y largad al viento las banderas, porque nuestras almas pertenecen a Dios, nuestros cuerpos al rey y nuestras espadas combaten por San Jorge y por Inglaterra."
Sobre Conan Doyle se cuenta, que lo que más le gustaba era escribir novela histórica y de aventuras; y que su novela favorita era La Compañía Blanca. Desde luego, por el entusiasmo y alegría que desprende esta obra, así lo parece. Conan Doyle, además, antes de ponerse a la tarea, se informó exhaustivamente sobre la Edad Media, lo que da lugar a una acertada ambientación, y a un no menos acertado trabajo de ubicación de la trama en el ámbito histórico.
La acción se desarrolla durante el periodo histórico denominado: La Guerra de los Cien Años; que dicho sea de paso fue un periodo, aclarémoslo, no una guerra aislada; que además no duró cien años, sino cientodieciseis. El momento exacto en que se sitúa la novela es por allá la década de los sesenta del siglo XIV, cuando a consecuencia del Tratado de Londres (1357), Inglaterra presto su apoyo a Pedro I El Cruel, en su lucha por el trono de Castilla y León contra su hermanastro sublevado Enrique de Trastámara. Momento en el que Burdeos, una de las capitales de la cristiandad estaba bajo dominio ingles.
Conan Doyle nos ofrece una divertida novela de acción y aventuras medievales, de estilo ágil y dinámico en la que no falta ningún elemento del género, y en la que no hay ni una sola página de desperdicio.Y como decía al principio, en la novela domina la alegría; y también el buen humor, el sentido de la camaradería, y ciertos toques picarescos; en este sentido me ha recordado las películas: Robin Hood, protagonizada por Errol Flynn (1938), y El halcón y la flecha, de Burt Lancaster (1950). Pero cuidado, cuando las cosas se ponen serias, se ponen serias de verdad, las armas cumplen su función, la sangre corre y desaparecen los escrúpulos, mueren amigos y enemigos, con algún que otro detalle escabroso incluso. Hay momentos dramáticos, hay momentos que son, me atrevo a decir, homéricos. No falta, en fin, la épica, a través de los míticos arqueros ingleses de la Compañía Blanca, comandados por el gran Sir Nigel Loring; arquetipo del caballero medieval, curtido en mil batallas y experto luchador, guardián de su honor de caballero y del de su dama, y naturalmente, del de su rey.
La novela funciona también como anecdotario; está salpicada de anécdotas paralelas a los hechos de la trama principal, ya sean contadas por los personajes, ya sean hechos ocurridos en el momento. Sobre todo abundan las anécdotas de arquería. Sobre esto, un apunte: Al principio Doyle, o el traductor, no se... utiliza indistintamente los términos "ballesta" y "arco", así como los términos "arquero" y "ballestero", refiriéndose a los mismos personajes ingleses, lo cual es un error, ya que como sabréis la mayoría de los que leáis esta humilde reseña, son armas distintas y figuras militares distintas. A partir de la página 160, más o menos, la cosa se corrige, y ya solo leemos "arco" y "arqueros". ¿Se trata de un error de Doyle, y el traductor a preferido dejarlo así?, ¿es un error del trabajo de traducción?; lo ignoro.
Los ejércitos ingleses tenían arqueros que manejaban el famoso arco largo ( ver foto en la columna de la derecha, en la que aparece un servidor de vuesas mercedes manejando uno); eficaz y demoledora arma estrella de la Guerra de los Cien Años, con la que los ingleses dominaron los campos de batalla de la época.
Un saludo.
Sobre Conan Doyle se cuenta, que lo que más le gustaba era escribir novela histórica y de aventuras; y que su novela favorita era La Compañía Blanca. Desde luego, por el entusiasmo y alegría que desprende esta obra, así lo parece. Conan Doyle, además, antes de ponerse a la tarea, se informó exhaustivamente sobre la Edad Media, lo que da lugar a una acertada ambientación, y a un no menos acertado trabajo de ubicación de la trama en el ámbito histórico.
La acción se desarrolla durante el periodo histórico denominado: La Guerra de los Cien Años; que dicho sea de paso fue un periodo, aclarémoslo, no una guerra aislada; que además no duró cien años, sino cientodieciseis. El momento exacto en que se sitúa la novela es por allá la década de los sesenta del siglo XIV, cuando a consecuencia del Tratado de Londres (1357), Inglaterra presto su apoyo a Pedro I El Cruel, en su lucha por el trono de Castilla y León contra su hermanastro sublevado Enrique de Trastámara. Momento en el que Burdeos, una de las capitales de la cristiandad estaba bajo dominio ingles.
Conan Doyle nos ofrece una divertida novela de acción y aventuras medievales, de estilo ágil y dinámico en la que no falta ningún elemento del género, y en la que no hay ni una sola página de desperdicio.Y como decía al principio, en la novela domina la alegría; y también el buen humor, el sentido de la camaradería, y ciertos toques picarescos; en este sentido me ha recordado las películas: Robin Hood, protagonizada por Errol Flynn (1938), y El halcón y la flecha, de Burt Lancaster (1950). Pero cuidado, cuando las cosas se ponen serias, se ponen serias de verdad, las armas cumplen su función, la sangre corre y desaparecen los escrúpulos, mueren amigos y enemigos, con algún que otro detalle escabroso incluso. Hay momentos dramáticos, hay momentos que son, me atrevo a decir, homéricos. No falta, en fin, la épica, a través de los míticos arqueros ingleses de la Compañía Blanca, comandados por el gran Sir Nigel Loring; arquetipo del caballero medieval, curtido en mil batallas y experto luchador, guardián de su honor de caballero y del de su dama, y naturalmente, del de su rey.
Arthur Conan Doyle |
Los ejércitos ingleses tenían arqueros que manejaban el famoso arco largo ( ver foto en la columna de la derecha, en la que aparece un servidor de vuesas mercedes manejando uno); eficaz y demoledora arma estrella de la Guerra de los Cien Años, con la que los ingleses dominaron los campos de batalla de la época.
Un saludo.
sábado, 1 de marzo de 2014
EL LIBRO DE LA FILOSOFÍA. VV.AA
Un saludo.
jueves, 20 de febrero de 2014
EL HORROR DE DUNWICH. H. P. Lovecraft
En esta edición que nos ocupa, encontramos dos relatos del ciclo de los mitos de Cthulhu, que son: El susurrador en la oscuridad, y El Horror de Dunwich; y dos del ciclo de Nueva Inglaterra: El modelo de
H.P. Lovecraft |
Lovecraft te podrá gustar o no, pero a casi nadie deja indiferente. A mi, estas cuatro historias además de gustarme, me han dejado una serie de imágenes e impresiones grabadas a fuego. Y ha sido casi más por lo que sugiere e insinúa, que por lo que expone, que también desde luego, pero en mi opinión, la mayor parte del interés de Lovecraft está en lo que no dice, claro está que de una forma u otra lo acaba diciendo; ahí está un modo de hacer digno de un genio. Esto se aprecia muy bien en el relato El modelo de Pickman, para mi el mejor de los cuatro, donde la imaginación del lector se dispara, y al acabar de leerlo, uno queda sumido en mil pensamientos; también queda patente en El susurrador en la oscuridad, donde Lovecraft no cuenta de una forma directa lo que le ha ocurrido al personaje de Akeley, pero cuando uno termina por discernir lo que le ha pasado, la oleada de horror que sobreviene es una de mis grandes experiencias como lector; y a tenor de esto, decir que los finales de la cuatro narraciones me parecen magníficos.
Horror e inquietud es lo que he sentido con la lectura de este libro. Horror, no miedo. Horror, la palabra clave en Lovecraft, es muy cierta, y la estoy usando porque no encuentro otra mejor. E inquietud, en el mejor sentido artístico. Una inquietud que se disfruta cada vez más, a medida que el lector se adentra en la "neura" de Lovecraft, la cual te ensancha las fronteras mentales. Entonces el Universo se ve de otra manera.
Lee El susurrador en la oscuridad, contempla luego el cielo estrellado y dime que es lo que pasa por tu cabeza.
Y aquí lo dejo. Hace rato que oigo ruidos al otro lado del piso.....voy a ver que... es.
Un saludo "cósmico".
domingo, 9 de febrero de 2014
EL SUEÑO ETERNO. Raymond Chandler
Si habéis leído la novela, y tenéis la incomoda sensación de no haberla entendido del todo, o tenéis la sensación de que hay detalles que no encajan, no os preocupéis, a todos nos ha pasado lo mismo. Baste decir que cuando se rodó la película en 1946, su director Howard Hawks y el equipo de guionistas, capitaneado por William Faulkner, no conseguían entender una de las muertes de la trama; así que llamaron a Chandler para preguntárselo, y este les contestó que no tenía "ni idea". Es decir: que a Chandler le traía al pairo que sucediese tal cosa. Me da la impresión de que la novela, que era la primera narración larga que escribía (1939) le salió así, y así la dejó. Pero, ojo; el libro se entiende bastante bien; la película, curiosamente presenta más confusión.
Sin que el argumento importe demasiado, Chandler plantea un ejercicio de estilo, en el que se ponen en juego todos los ingredientes de la "novela negra" de una forma magistral, incluida la denuncia y crítica social de una sociedad corrupta, y situando en el centro a un personaje de los que nunca se olvidan: el detective privado Philip
Marlowe. Marlowe, un duro, experto e inteligente "sabueso" con un irónico sentido del humor que ha sentado cátedra, se mueve como pez en el agua (aunque en alguna ocasión salga apaleado) en medio del "follón" que le ha montado el autor. Un "follón" en el que se ponen en práctica: chantajes, asesinatos, negocios sucios, y vicios de todo tipo; y en el que se dan cita: mafiosos; "femmes fatales"; matones, tanto de medio pelo como de primera división; policías escépticos y malhumorados, oportunistas, etc. Todo regado con mucho whisky, y perfumado con tabaco, mucho tabaco.
Además del singular Marlowe y todo lo aludido anteriormente, encontramos otras dos virtudes importantes: los diálogos y las descripciones. Unos diálogos divertidos y llenos de ironía y chispa, que dan clase a la narración, y en los que Marlowe brilla con luz propia. En cuanto a las descripciones, Chandler va más allá de lo normal, pues demuestra un dominio perfecto en el conocimiento del lenguaje corporal, lo cual provoca la sensación de que conoces de toda la vida a los personajes; recordemos aquí que la novela está escrita en primera persona con la voz de Marlowe. Las descripciones de los lugares son muy detalladas y expuestas sin prisas y con mucha intención, lo que lleva a sumergirse aun más en la historia. Más respecto a las descripciones: Chandler (Marlowe) tiene un lado poético; de una forma discreta, te habla por ejemplo, de la lluvia, de la niebla, del aspecto de la luna, etc; describe el estado emocional del protagonista, aludiendo a base de pequeños detalles, a su soledad y a una cierta amargura existencial. Esta "poesía" le da a la narración un contrapunto de los más interesante, que no afecta a la dureza ambiental de novela negra. En fin, se nota que me ha gustado, eh.
Raymond Chandler (1888-1959) nacio en Chicago, Illinois. Creció y fue educado en Inglaterra; participó en la I guerra mundial y después regresó a Estados Unidos, donde ejerció de periodista, empleado de banco, ejecutivo petrolífero y guionista de cine. Tuvo problemas con el alcohol, siendo despedido de su trabajo varias veces, hasta que se hizo escritor, su verdadera vocación.
Un saludo.
Sin que el argumento importe demasiado, Chandler plantea un ejercicio de estilo, en el que se ponen en juego todos los ingredientes de la "novela negra" de una forma magistral, incluida la denuncia y crítica social de una sociedad corrupta, y situando en el centro a un personaje de los que nunca se olvidan: el detective privado Philip
Marlowe. Marlowe, un duro, experto e inteligente "sabueso" con un irónico sentido del humor que ha sentado cátedra, se mueve como pez en el agua (aunque en alguna ocasión salga apaleado) en medio del "follón" que le ha montado el autor. Un "follón" en el que se ponen en práctica: chantajes, asesinatos, negocios sucios, y vicios de todo tipo; y en el que se dan cita: mafiosos; "femmes fatales"; matones, tanto de medio pelo como de primera división; policías escépticos y malhumorados, oportunistas, etc. Todo regado con mucho whisky, y perfumado con tabaco, mucho tabaco.
Además del singular Marlowe y todo lo aludido anteriormente, encontramos otras dos virtudes importantes: los diálogos y las descripciones. Unos diálogos divertidos y llenos de ironía y chispa, que dan clase a la narración, y en los que Marlowe brilla con luz propia. En cuanto a las descripciones, Chandler va más allá de lo normal, pues demuestra un dominio perfecto en el conocimiento del lenguaje corporal, lo cual provoca la sensación de que conoces de toda la vida a los personajes; recordemos aquí que la novela está escrita en primera persona con la voz de Marlowe. Las descripciones de los lugares son muy detalladas y expuestas sin prisas y con mucha intención, lo que lleva a sumergirse aun más en la historia. Más respecto a las descripciones: Chandler (Marlowe) tiene un lado poético; de una forma discreta, te habla por ejemplo, de la lluvia, de la niebla, del aspecto de la luna, etc; describe el estado emocional del protagonista, aludiendo a base de pequeños detalles, a su soledad y a una cierta amargura existencial. Esta "poesía" le da a la narración un contrapunto de los más interesante, que no afecta a la dureza ambiental de novela negra. En fin, se nota que me ha gustado, eh.
Raymond Chandler (1888-1959) nacio en Chicago, Illinois. Creció y fue educado en Inglaterra; participó en la I guerra mundial y después regresó a Estados Unidos, donde ejerció de periodista, empleado de banco, ejecutivo petrolífero y guionista de cine. Tuvo problemas con el alcohol, siendo despedido de su trabajo varias veces, hasta que se hizo escritor, su verdadera vocación.
Un saludo.
sábado, 1 de febrero de 2014
CRIMEN Y CASTIGO. Fiodor M. Dostoyevski
Lo primero que me llamó, y me llama la atención de las obras de Dostoyevski que he leído hasta ahora, es ese ambiente triste y de pobreza que las inunda, y el carácter solitario de la mayoría de sus protagonistas. Por ahí es donde empieza mi interés por Dostoyevski. Luego viene el descubrimiento paulatino de todo lo que conforma su universo. Y una vez dentro, ya me es muy difícil salir; y una vez leído Crimen y castigo, puedo decir que caerán en mis manos todas las demás obras de este genial ruso. En esta obra, la cual forma parte de su época de madurez, confluyen muchos de los temas e ideas que Dostoyevski llevaba dentro; con una columna vertebral que los une: su maestría en la construcción psicológica de los personajes. Aquí todo esto toma unas dimensiones de lo más complejas, a causa del protagonista: Raskolnikov. Interesante e inolvidable personaje, que cae bien y con el que se empatiza pronto y profundamente, hasta el punto de desear que salga indemne del "lío" en que se ha metido. Un joven solitario, atormentado, y pobre hasta casi la indigencia, y que a mi parecer, le gusta ser así; que de pronto y a consecuencia del crimen que comete, deja de estar solo, lo cual aun le atormenta más, ya que en realidad, llegado a este punto está más solo que nunca. El "seguimiento" psicológico que practica con él Dostoyevski es sencillamente genial.; al mismo tiempo que lo hace portador de una de las ideas más inquietantes venidas de Europa, con la cual el autor no solo no estaba de acuerdo, sino que incluso las combatía: la del hombre "extraordinario" que esta por encima de los "ordinarios", del rebaño; y que por tanto, tiene derecho a situarse por encima del bien y del mal. Este concepto es otro, sino el principal, de los pilares de esta obra maestra. Atención Nietzscheanos
Luego están el resto de personajes, que son bastantes y no tienen desperdicio; los cuales ponen su granito de arena, no solo a esa complejidad psicológica que domina toda la narración, sino también a la descripción del sufrido pueblo llano ruso. La joven prostituta Sonya Marmeladov, por ejemplo, que encarna dos de las obsesiones de Dostoyevski: la generosidad y la religión, con el Nuevo Testamento como asidero donde agarrarse.Dignos de mención son también los diálogos; sobre todo los mantenidos por Raskolnikov con el juez de instrucción Porfiri Petrovich. Otro punto más que te mantiene pegado al libro.
Hablemos también del lugar donde se desarrolla la acción: San Petersburgo, siglo XIX. Ciudad que a base de leer a Dostoyevski, se me ha hecho entrañable y mítica. Esa San Petersburgo llena de historias dostoyevskianas, bajo el invierno ruso, con personajes sin un rublo en el bolsillo, aunque esta historia transcurre en verano; los puentes del río Nevá; sus noches blancas; sus tabernas, inspiradoras a más no poder; su plaza del Heno; sus buhardillas, como la que ocupa Raskolnikov.....
Y en fin, terminando ya, no sin cierta tristeza e incomodidad de conciencia, ya que muchas son las cuestiones de las que tendría que seguir hablando, pero esta claro que Crimen y castigo, como toda obra maestra, deja pequeños los blogs; a no ser, claro, que le dediques más de una entrada, cosa que no descarto; o que le dediques un blog entero; aunque eso sería ya ponerle una pasión digna del propio Dostoyevski.
Un saludo.
domingo, 12 de enero de 2014
EL MUNDO DE AYER. Memorias de un europeo. Stefan Zweig
Europa es la auténtica protagonista de este libro; la Europa de unos pocos años antes de empezar el siglo XX, hasta el año 1942, cuando ya se llevaban tres años de la II Guerra Mundial. De acuerdo que la obra es de corte autobiográfico, pero durante toda su lectura, uno tiene la sensación, de que Zweig se olvida de si mismo constantemente, llevado por su pasión europea. Pasión que le lleva a plasmar de forma magistral, el espíritu europeo de cada una de las diversas etapas de la época de la que estamos hablando. Y nadie mejor que él para hacerlo; un formidable intelectual y escritor, auténtico ciudadano del Viejo Continente. Su Viena natal, Austria, Berlín, Londres, París; incluso Rusia, los Estados Unidos y varios lugares de América, van pasando literariamente ante nuestros ojos, y nos hace partícipes del pulso de los tiempos y contagiándonos de su entusiasmo, no ya solo por Europa, sino también por el mundo. Zweig nos habla del devenir de su vida, relacionado con todos estos lugares y los distintos momentos históricos y sociales, y relacionado también con todas la personalidades que llega a conocer, las cuales forman una lista interminable. Este es uno de los puntos fuertes del libro, en el cual Zweig da rienda suelta a su gusto por la descripciones humanas, y en el que se comprende su inclinación por las biografías. Es fascinante ir encontrándose a todo lo largo de la obra a tantos hombres ilustres: Paul Valéry, Rodin, Sigmund Freud, Richard Strauss, Rainer María Rilke, E.M. Lilien, Joseph Roth, Hugo von Hofmannsthal, Romain Rolland, Thomas Mann, Máximo Gorki...por poner unos ejemplos. El libro está dividido en capítulos temáticos; en cada uno nos habla de un aspecto de su vida y de la vida de Europa. Honda impresión me ha causado, su descripción del impacto que tuvo en él, y en toda Europa, el advenimiento de las dos guerras mundiales. Por último decir que el estilo de Zweig, enamora; siempre encuentra la palabra adecuada; es preciso y elegante. En definitiva, gran libro, lo mejor que leí en este pasado 2013.
Un saludo.
Un saludo.
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