Aquí tenemos el quinto volumen de esta magnífica colección Frontera, la cual nació a finales del año 2011, con la publicación del excelente
Indian Country, de Dorothy M. Johnson. Nos volvemos a encontrar con esta gran escritora norteamericana en este nuevo libro de relatos. Y como viene siendo habitual en la colección, el libro adopta como abanderado un relato llevado a la gran pantalla por Hollywood; se trata nada menos que de
El Árbol del ahorcado. El film lo dirigió Delmer Daves en 1959, con Gary Cooper, María Shell, Karl Malden y Ben Piazza como actores principales. Más que relato, se trata de una magistral novela corta que ocupa la última tercera parte de este volumen de unas trescientas páginas. Pero empecemos por el principio. Ya de entrada, el primer relato con que nos encontramos:
La hermana perdida, es una auténtica obra maestra; de una temática especialidad de la autora: la relación entre indios y blancos (tema preponderante en
Indian Country); y con una segunda temática que está fuertemente presente a lo largo de todo el libro desbancando a la primera: las mujeres y los niños en el difícil mundo de la Frontera. Sobre todo las mujeres blancas, son las auténticas protagonistas de esta estupenda colección de relatos. Mujeres duras y fuertes, que lo son y descubren que lo son, mujeres sufridas, mujeres con una pistola escondida en el vestido; mujeres en fin, pioneras en un ambiente hostil. Los niños, y en algún relato niñas, como apunté antes, también tienen en esta ocasión un cierto peso específico importante. En la reseña de
Indian Country, ya hablé de niños que tienen que crecer y hacerse hombres antes de hora; en este libro el tema se potencia con varias muestras, como en los relatos:
El regalo junto a la carreta y
Tiempo de grandeza, dos auténticas joyas, también con vitola de obras maestras. Con todo esto, nos encontramos con algo inaudito, al menos para mi, historias del "salvaje" Far West protagonizadas (o con un papel destacado en la trama), por mujeres y niños.
Otras cosas dignas de mención serían, el humor y la ironía de
Bandido improvisado, y una historia crepuscular ambientada a principios del siglo XX, en el relato
El hombre que conoció a Buckskin Kid; dos joyas "imperdibles", que despiertan una sonrisa en el lector
.
Poca acción debe de haber aquí, pensará más de un lector, y así es en verdad. El lector o lectora que se acerque a este libro buscando la acción a raudales que habitualmente encontramos en las películas del Oeste Americano va mal encaminado/a. En las historias de la Johnson pocos disparos hay. A esta escritora lo que de verdad le interesa es el corazón de sus personajes, y lo demuestra con maestría, con buen dominio de la psicología y una sensibilidad especial a la hora de trazar a esos personajes y sus relaciones entre ellos. En este orden de cosas, la autora también muestra a través de sus heroínas, un corazón femenino que gusta de las historias románticas; el caso más ilustrativo, de este aspecto es la misma
El Árbol del ahorcado.
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Dorothy M. Johnson |
Johnson es agradable de leer,
escribe con claridad y una gran precisión, con buenos diálogos, personajes y situaciones creíbles, y con un repertorio amplio en cuanto a sentimientos y evocaciones. Utiliza bastante, y siempre con acierto, la técnica de la explicación retrospectiva o flashback. La fidelidad histórica de su obra esta fuera de toda duda, lo que añade un valor documental a su obra. Sobre esto último, podríamos poner un brillante ejemplo: el asentamiento minero de Skull Creek, en
El Árbol del ahorcado. Dicho sea de paso, la fidelidad histórica es común a todos los autores que de momento han pasado por esta colección Frontera de la editorial Valdemar.
Dorothy M. Johnson (1905-1984), nació en el estado de Montana, cuyos territorios aparecen continuamente en sus relatos. Gano importantes premios, y participó en los guiones de las películas que se inspiran en varios de sus relatos. Era y es muy respetada y admirada tanto en el mundo del cine como en el literario.
Un saludo.