Dos años después empecé a buscar libros sobre el tema; y eso fue lo que me permitió progresar a pasos agigantados. Los primeros libros que tuve fueron estos de la editorial Bruguera: Primer libro de ajedrez; Segundo libro de ajedrez; Tercer libro de ajedrez; y Cuarto libro de ajedrez. Esta estupenda colección del maestro Fred Reinfeld, con la colaboración de Horowitz en el primer volumen, supone todo un tesoro para los principiantes, por lo acertado del plan de enseñanza que propone, y por la claridad y amenidad de sus explicaciones. Aun los conservo y les tengo un gran cariño. Mi afición crecía y me hice con más material de lectura y aprendizaje: Libros de problemas; de aperturas; de finales; de partidas de grandes maestros; del medio juego, etc. Otro libro importante para mi fue: Estrategia moderna en ajedrez, de Ludek Pachman. Descubrí que el estudio de todos estos libros, resultaba tan
placentero como jugar las partidas; y me lo sigue pareciendo, a pesar de que ahora no le dedico tanto tiempo. Llegó un momento en que la afición por el ajedrez, supuso también la afición por coleccionar los libros. Son libros que no se leen como una novela, obviamente, sino que son libros técnicos; herramientas de estudio por cuyas páginas se sobrevuela montones de veces. Para mi, son ideales para leerlos en el bus o metro, o en las salas de espera; en especial los que son de problemas. Para esos momentos los prefiero a las novelas o los ensayos, para los cuales necesito un tipo de concentración distinto.
Y aquí lo dejo, que me toca mover a mi.
Un saludo.
Del libro no puedo opinar, si bien debo decir que me gusta su portada. Me traslada
ResponderEliminarinequívocamente a otra época muy entrañable, pero la reseña me parece genial, autobiográfica y deliciosa. De auténtico maestro (del ajedrez, por supuesto). Enhorabuena. No era nada fácil.
Si, aquella colección "libro práctico de Bruguera"; que tiempos. Gracias por el comentario. En cuanto a lo de maestro, nada de nada, simple aficionado.
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