"Y, sobre todo, leíamos, leíamos todo lo que nos caía en las manos. Sacábamos libros de todas las bibliotecas públicas y, unos a otros, nos dejábamos prestados los hallazgos que conseguíamos encontrar. Pero la mejor academia, el lugar donde mejor se informaba uno de todas las novedades, era el café".
«El mundo de ayer. Memorias de un europeo». Stefan Zweig.
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domingo, 24 de mayo de 2015

LA HISTORIA DE TOM HORN. Gene Caesar

"Matar hombres es mi especialidad. Lo enfoco como una salida profesional y creo que tengo un hueco en este negocio".
Tom Horn (1861-1903)

Un chico de catorce años acaba harto de su brutal padre, y abandona su hogar para buscarse la vida por si solo. Esta es una historia repetida en los anales del Salvaje Oeste. Una época en la que los niños tenían que aprender rápido y crecer deprisa, ya fuera para ayudar en casa a sus familias, ya fuera porque se quedaban sin ella, o ya fuera porque, como el joven Tom Horn, decidían irse. Y Tom fue de los que salió adelante. Se convirtió en un auténtico hombre de la Frontera; más aun, se convirtió en leyenda. Aun hoy, su vida y "obra"continua siendo tema de debate y reflexión en los Estados Unidos. Como ha ocurrido con tantos otros iconos de aquellos tiempos irrepetibles, se le han dedicado libros, películas, documentales, canciones...
                                                     
                                                       "Tom Horn llegó al viejo Wyoming,
                                                         Un cazador de cuatreros, según la canción.
                                                         Por todos era aborrecido,
                                                         Todos deseaban que no hubiera nacido,
                                                         Pero de ningún modo podían cazar a Tom Horn".

El joven Tom subsistió a base de hacer todo tipo de trabajos, hasta que conoció al veterano explorador Al Sieber, una auténtica leyenda del Oeste, él cual sería su maestro y guía. Pasado un tiempo, Sieber le aconsejó que se fuera a la reserva de San Carlos a vivir con los apaches. Siguió el consejo, y no pudo tomar mejor decisión; El chico lo aprendió todo de los indios apaches. Fue, digamos, su graduación como hombre de la Frontera. Convertido en un buen explorador y guía, y aun muy joven, se mostró como un eficaz intérprete al servicio del ejército en las guerras apaches, y en el primero que habló, como interprete se entiende, con el mismísimo Gerónimo.
Portada del original 
Además, Tom Horn desempeñó todo tipo de roles y oficios; fue cowboy, conductor de diligencias, domador de caballos ( era un gran campeón de rodeo), detective de la agencia Pinkerton, sheriff, mulero; pero la ocupación que le dio auténtica fama y que marcaría su destino fue la de cazarecompensas y cazador a sueldo de hombres. Su especialidad era el tiro de larga distancia. Y aquí lo dejo antes de que desvele todo el libro.
Una gran historia la de Tom Horn; bien contada y documentada por Gene Caesar, que supo darle el tono legendario que merece y que le es de ley. Se lee como una buena novela en tercera persona, y posee toda la fascinación del Salvaje Oeste. Un buen documento para comprender mejor aquellos tiempos y muchas de las costumbres de la época; que ayuda a comprender también cuestiones tan norteamericanas como la cultura de las armas, o el sentido de la independencia del individuo. Apúntese al debate y decida: Tom Horn, ¿justiciero o asesino?.
El título original del libro es Rifle for rent, y fue escrito en 1963. La edición que he leído data del 1967 y pertenece a una colección de esos años, que publicó en nuestro país Ediciones Toray titulada Oeste histórico. 

Un saludo desde la pradera inacabable.