"Y, sobre todo, leíamos, leíamos todo lo que nos caía en las manos. Sacábamos libros de todas las bibliotecas públicas y, unos a otros, nos dejábamos prestados los hallazgos que conseguíamos encontrar. Pero la mejor academia, el lugar donde mejor se informaba uno de todas las novedades, era el café".
«El mundo de ayer. Memorias de un europeo». Stefan Zweig.
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viernes, 23 de mayo de 2014

CITA CON RAMA. Arthur C. Clarke

Segunda novela de Arthur C.Clarke que leo, y a igual que en la primera, que fue 2001, una odisea en el espacio, me encuentro con una aventura de astronautas que en un principio es de una índole de lo más clásico; astronautas que, en los dos casos, desempeñan sus misiones dentro de los limites del Sistema Solar. Esta "cercanía" del escenario de acción me gusta. Si me permiten la licencia, diría que se trata de un sub-género dentro de la CiFi, que podríamos definir como: "Historias de astronautas en el Sistema Solar"; así, llanamente y en su acepción más familiar para la mayoría de los lectores. Pero claro, este género, la CiFi, es el que es, y afortunadamente las cosas siempre, o casi siempre, se complican de un modo imprevisible en el sentido de la sorpresa más inimaginable. La sorpresa es grande en Cita con Rama, la cual no será desvelada en esta reseñaPor esta razón, mi sinopsis sera muy escueta: La nave espacial terráquea Endeavour al mando del Comandante Bill Norton, parte con la misión de investigar un supuesto e inquietante meteorito que se aproxima al Sistema Solar.
Clarke escribio Cita con Rama en 1973, y en ella nos ofrece una interesante historia de argumento sencillo, contada de forma clara y sobria; que tiene mucho de aventura de exploración. Con un componente "hard" que a diferencia de otras veces, no se hace pesado porque la sobriedad de estilo del autor, lo hace llevadero y sin una preponderancia obsesiva. Lo que si es preponderante, es la narración del día a día del muy profesional grupo de astronautas, con su Comandante Bill Norton a la cabeza, el personaje mejor trabajado de todos. Esta muy bien como Clarke trata las relaciones entre los miembros del grupo; con inteligentes diálogos; definiendo sus diferentes habilidades y consiguiendo que el lector empatice con ellos. El trabajo de exploración de los astronautas engancha; siempre quieres seguir leyendo para saber que van a encontrar, y más con la descripción continua de esa misteriosa maravilla que es Rama. La descripción de un concepto de difícil asimilación para la mente humana, que a muchos podrá resultarles irritante, pero que en mi opinión está bastante bien solucionada; solo bastante bien, no perfectamente, lo cual me parece mejor. Y quiero hablar también del final. Clarke ha optado por un final que huye de la solución fácil. Un final interesante, abierto, que deja unas cuantas preguntas en el aire. Y con una autopregunta termino: ¿Cuando volveré a leer otro libro de Arthur C. Clarke?. Respuesta: Muy pronto.

Arthur C. Clarke con Stanley Kubrick
Arthur C. Clarke (1917-2008), nació en Minehead, Somerset, Inglaterra. Era científico, físico y matemático. Fue uno de los presidentes de la Sociedad Interplanetária Británica. Vio publicado su primer relato de ciencia-ficción, Loophole, a mediados del año 46. Se dedico también a la divulgación científica y a la exploración submarina. Colaboró como comentarista de la CBS en las misiones espaciales: Apolo 11, 12 y 15. El gran público lo conoce sobre todo por su novela 2001: una odisea espacial, que brotó del guión de la película de Stanley Kubrick, la cual a su vez, se inspiro en el relato del propio Clarke: El Centinela. 
Cita con Rama obtuvo cinco premios internacionales; dos de los cuales fueron el Hugo y el Nebula.

Saludos.

viernes, 16 de mayo de 2014

LIBROS DE AJEDREZ

Aprendí a jugar al ajedrez cuando tenía unos diez años. La cosa vino porque en mi caja de Juegos Reunidos Geyper (50), estaba incluido, como no, este gran juego de estrategia. Me acuerdo que probé todos los juegos (el librito de reglas Geyper se convirtió en mi primer libro de cabecera y al llegar al ajedrez, ya no quería jugar a otra cosa. Pronto encontré adversarios entre los compañeros del "cole", y un buen profesor en la persona de uno de mis tíos, el cual me introdujo en los primeros secretos de esta noble disciplina. Por cierto, que las primeras partidas entabladas en aquellos tiempos con mis, como yo, pequeños amigos eran de una ingenuidad enternecedora; auténticos "correcalles" en los que las matanzas rápidas de piezas eran tal, que ríete tú de la batalla de Stalingrado.
Dos años después empecé a buscar libros sobre el tema; y eso fue lo que me permitió progresar a pasos agigantados. Los primeros libros que tuve fueron estos de la editorial Bruguera: Primer libro de ajedrez;  Segundo libro de ajedrez; Tercer libro de ajedrez; y Cuarto libro de ajedrez. Esta estupenda colección del maestro Fred Reinfeld, con la colaboración de Horowitz en el primer volumen, supone todo un tesoro para los principiantes, por lo acertado del plan de enseñanza que propone, y por la claridad y amenidad de sus explicaciones. Aun los conservo y les tengo un gran cariño. Mi afición crecía y me hice con más material de lectura y aprendizaje: Libros de problemas; de aperturas; de finales; de partidas de grandes maestros; del medio juego, etc. Otro libro importante para mi fue: Estrategia moderna en ajedrez, de Ludek Pachman. Descubrí que el estudio de todos estos libros, resultaba tan
placentero como jugar las partidas; y me lo sigue pareciendo, a pesar de que ahora no le dedico tanto tiempo. Llegó un momento en que la afición por el ajedrez, supuso también la afición por coleccionar los libros. Son libros que no se leen como una novela, obviamente, sino que son libros técnicos; herramientas de estudio por cuyas páginas se sobrevuela montones de veces. Para mi, son ideales para leerlos en el bus o metro, o en las salas de espera; en especial los que son de problemas. Para esos momentos los prefiero a las novelas o los ensayos, para los cuales necesito un tipo de concentración distinto.
Y aquí lo dejo, que me toca mover a mi.

Un saludo.

martes, 6 de mayo de 2014

LA BATALLA DE INGLATERRA. Stephen Bungay

Si, voy a hacerlo; es inevitable. De lo contrario me da la sensación de que es como entrar en un sitio sin saludar a los concurrentes. Tengo que empezar escribiendo la famosa frase que se le ocurrió a Winston Churchill, al reflexionar sobre este importante episodio de la Segunda Guerra Mundial: "Nunca tantos debieron tanto a tan pocos". 
Este libro, cuyo título original es: The most dangerous enemy, fue publicado en el año 2001 y cuenta la historia de esos "pocos", los miembros de la Royal Air Force (RAF) que en aquel año de 1940 se enfrentaron al ataque alemán. Y lo hace de tal forma, que el sentido de la famosa frase de Churchill se nos aparece tan claro y diáfano como un día soleado; ya que este extraordinario libro es todo un homenaje a esas personas que con su esfuerzo y sacrificio evitaron, no solo que se perdiera la batalla, sino que toda Europa cayera en las garras de las fuerzas nazis. Para empezar diríamos que este documento de Stephen Bungay es tan completo, que llega a tener proporciones enciclopédicas. Todos los elementos y vicisitudes que entraron en juego, tanto materiales, humanos, estratégicos, tácticos, ideológicos y políticos, son explicados y analizados concienzuda y minuciosamente. Esto nos llevaría a la pesadez y al aburrimiento, sobre todo por la cantidad de datos estadísticos y técnicos que aparecen, si no fuera porque el autor se revela como un buen escritor, y dota a su trabajo de una capa de humanidad que inunda todo el libro. Además, Bungay lo explica todo muy bien; con recursos y detalles muy didácticos que le dan a la narración gran amenidad; y no faltan las fotos y los mapas de rigor. Es una lectura agradable, en la que abundan las anécdotas de todo tipo, y las historias personales de varios de los pilotos, tanto de un bando como del otro. Es un ensayo largo, tiene unas quinientas páginas de texto efectivo, y eso unido a la amplitud de temas tratados, puede provocar que muchos de sus lectores encuentren tramos demasiado áridos para su paciencia; pero no tendrán ningún problema los que les guste enterarse de todo. Es un libro para auténticos frikis de la Segunda Guerra Mundial. Un servidor no lo es, pero me ha parecido tan bien contextualizado todo, que he disfrutado como si lo fuera.
En mi próxima carta a los Reyes Magos les pediré un Spitfire MK1.

Un saludo.
Spitfire MKI